Breves apuntes sobre las armerías de Mier en Peñamellera y Cabuérniga
Entre finales de agosto y primeros de septiembre de 2012, se desarrollaron unos comentarios sobre heráldica en uno de tantos foros de genealogía en los que participo gracias a Internet. En él afirmaba que las representaciones heráldicas que se pintan en el Nobiliario del Antiguo Virreinato del Río de la Plata, de Carlos Calvo, están plagadas de errores, pese a la importancia que la obra tiene para cualquier persona que quiera estudiar la genealogía rioplatense.
En el curso de los comentarios del foro, me informó el Sr. Diego Molina de Castro, que preparaba un libro, en el mismo formato que el Nobiliario, como volumen anexo a éste, en el que corrige y representa correctamente las armerías de los linajes que refiere Carlos Calvo.
Como el propio Sr. Molina de Castro me requiriera por las armas de Mier que corresponderían a los miembros de este linaje que pasara al Río de la Plata en la segunda mitad del s.XVIII, y me manifestara que las que pinta Carlos Calvo no corresponderían a los Mier sino a los Mieres, fui picado por esto de la heráldica y me dispuse a redactar los brevísimos apuntes que aquí se describen. Espero que puedan arrojar algo de luz sobre estos blasones.
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Viendo la similitud existente entre las armas de estos linajes, dejando al margen el hecho de que los MIER que nos interesan sean los del Consejo de Llanes, quiero exponer algunos datos que, tal vez, puedan aportar algo.
Según Julio de Atienza, los MIER, del valle de Peñamellera, actualmente Asturias, traen cuartelado 1º, en plata, una cruz de azur, hueca y floretada; 2º de azur una espada de plata, circundada de cinco estrellas de lo mismo; 3º, de gules, cinco coronas de plata; y 4º de plata cinco flores de lis de azur. Trae por divisa “Adelante el de Mier por más valer”.
Tanto Julio de Atienza como Vicente de Cadenas, otorgan para otro linaje MIER las armas mencionadas: de azur, una corona de oro sobre dos llaves de plata, puestas en aspa, atadas con un lazo de oro, acostada de tres flores de lis de oro, una a cada lado de las llaves y otra debajo.
Estos dos mismos heraldistas otorgan también el escudo de las llaves al linaje MIERES.
Son armas casi iguales también a las que ambos dan para el linaje MIERA: de azur, tres flores de lis de oro, en jefe, y dos llaves de plata cruzadas y ligadas por sus anillos con cintas de oro, superadas de una corona de oro. Sólo varía la posición de las lises, en el jefe en lugar de a los lados del escudo y en punta.
Argote de Molina dice: “En este tiempo pobló en la ciudad de Andújar [Jaén] García de Mieres, natural del valle de Mier, en las montañas de Santillana [actual provincia de Santander], de la casa de Mieres, que hoy está unida con la casa de Terán. Cuyas armas son en campo de azul tres lirios de oro, y dos Llaves de plata cruzadas, y por la parte del anillo ligadas con una cinta de oro, y sobre ellas una Corona Real de oro”.
Carmen González Echegaray, estudiosa de las armerías cántabras, nos dice: “La casa de Terán tuvo su origen en Pedrero (actualmente Terán), en Cabuérniga. Fue concedida facultad real para fundar mayorazgo, en el año 1486, a don Gutierre Pérez de Mier, y su mujer, doña María de Cossío, siendo el receptor su hijo Juan de Mier y su nieto Gutierre, vinculando las casas de su morada y todas las posesiones, entre ellas la casa que nos compramos e ficimos en el lugar de Ruente. Fundaron asimismo capellanías en la parroquial.
Entre los bienes que nombra se hallan la torre de Terán, y las fincas y molinos del valle. Fue por tanto primer señor de la casa de Terán don Juan de Mier y Terán, que testó en 1508, y que declara haber construido otra casa y molino en el lugar de su apellido. Añade en su testamento: la mi torre de Terán con la casa llana en que agora vivo.
Don Juan de Mier y Terán, señor de este solar, casó con doña Juana Enríquez de Cisneros, Peralta y Manrique, señora de Camporredondo y sus villas y de Gumiel en Segovia, etc., descendiente de Carlos II de Francia”.
El apellido MIER es claramente oriundo de Asturias y de Santander. Aún hoy, según el padrón del Instituto Nacional de Estadística español, con datos del año 2011, existen actualmente en España 2309 personas que se apelliden MIER, de las cuales 652 están empadronadas en Asturias y 711 en Cantabria. El resto están diseminadas por el territorio español sin destacar por su cantidad en ninguna otra provincia.
Es claro que el García de Mieres, del que nos habla Argote de Molina, pertenecía a la casa de Mieres “que hoy está unida con la de Terán”, que no es otra que la casa a la que pertenecía Juan de Mier, primer señor de Terán. En este caso el linaje es el mismo, ya se escriba MIER o MIERES.
Según el legendario origen del apellido Mier, que comenta el P. Mariana, se atribuye este linaje a un caballero de nombre don Vela o conde Vela, descendiente de los condes de Álava, que vivió hacia el 950. Este caballero, rival de Fernán González, siendo vencido por éste se retiró a morir a Peñamellera, donde se lo enterró en el Monasterio de San Pedro de Plecín (cuyo origen parece ser una capilla prerománica y se encuentra hoy en ruinas), en Allés, fundando sus descendientes solar en este valle, del que tomaron el apellido.
Trespalacios y Mier, en su obra “La nobleza del valle de Peñamellera”, redactada en el s.XVIII, sugiere que “En el valle de Peñamellera de arriba, y especialmente en la Parroquia de San Pedro de Plecin de Alles, hay, y ha habido siempre, la constante tradición de estar enterrado en dicha iglesia parroquial, en un sepulcro al lado del Evangelio, el Conde Don Vela, quien se retiró a este valle en sus últimos años, y que habiendo tenido sucesión el hijo o hijos que dejó, no atreviéndose a salir de aquí, tanto por el odio que los Condes de Castilla tuvieron a sus padres, como por el horrendo atentado que cometieron otros tres hijos del mismo conde tenidos antes, dando muerte al infante don García Sánchez, último conde y bisnieto del Conde Fernán González, se establecieron y quedaron en dicho valle, y que de ellos tuvo origen la casa de Mier, sus descendientes y parientes. De esta tradición no puede dudarse, porque, además de que la vemos correr entre los que hoy viven, el mismo Juan de Caso nos lo dejó escrito el año 1717 (…). Bien inspeccionado el sepulcro, su arquitectura y lo demás, hallamos todas las cosas muy conformes a esta tradición (…). Las señales son todas de haberse enterrado allí un guerrero, pues vemos que la piedra travesera que tiene frontal de dicho sepulcro hay figurada una espada, de hechura muy antigua, de cerca de cuatro dedos de ancho, la guarnición en forma de cruz, que tiene donde empieza el filo, y su punta remata en forma de corazón. A cada extremo de la espada hay dos escudos, sin otra cosa que una cruz grande, igual en todo a las armas de Mier”.
Escagedo Salmón no cree en este origen legendario del linaje, sino que estos MIER descenderían de un cántabro “como el mismo apellido indica”, nacido en Peñamellera, fundador de los patronazgos y preeminencias que el linaje posee allí.
En cualquier caso, según Rivero Sierra, es este conde don Vela del linaje de los Guevara, que en el valle de Valdáliga posee varias representaciones heráldicas con las “cinco panelas de plata en campo de sangre”.
Los Mier son, según Trespalacios, sus descendientes, siendo también los Mier el origen y ascendencia de los demás linajes nobles y principales del valle de Peñamellera.
Según Trespalacios, son descendientes de este don Vela los Mier, los Trespalacios y los Colosía.
En Merodio (Peñamellera Baja) existe una casa blasonada en la que, según González Echegaray, en 1752 vivía don Antonio de Colosía y la Bárcena; el escudo de esta casa es el de Mier y bajo el escudo existe una inscripción que reza: “Ésta es la muy noble y leal casa de Colosiva y Mier, adelante Colosía con su valentía, y Mier por más valer que según es mi seguida tres [sic] la muerte está la vida.”
En Peñamellera, Asturias, existen numerosas piedras armeras de MIER. Estas piedras difieren ligeramente de las descritas por Atienza y por Cadenas, pero se repiten con la misma representación en las piedras armeras existentes en las casas de este valle asturiano. Por ningún sitio aparecen las cinco coronas que menciona Atienza, pero por todos lados aparecen las cinco panelas.
En casi todos los blasones suele aparecer el escudo medio cortado y partido, aunque en otros, como el que se exhibe en el barrio de San Roque, en Allés, viene cuartelado: 1º cruz floreteada, 2º espada con el puño en el jefe y acompañada de tres luceros, uno a cada lado de la empuñadura y otra bajo la punta, 3º cinco panelas en sotuer, 4º cinco flores de lis en sotuer. Bordura general cargada de leyenda “ADELANTE EL DE MIER POR MAS BALER”, e interpoladas en la descripción por doce estrellas.
Este escudo parece corresponder a la descripción que hace Atienza, aunque se trocan las coronas por panelas. Sin embargo la representación más común parece ser la siguiente: 1º cruz floreteada, 2º cinco panelas en sotuer, 3º espada cantonada de cuatro luceros y en punta tres ramas nacientes.
En el barrio de Trespalacios, en Allés, se encuentra en siguiente escudo: partido y medio cortado, 1º cruz floreteada; 2º espada cantonada de cuatro luceros, y en punta tres matas; 3º Cinco panelas en sotuer. Bordura general cargada con el lema “ADELANTE EL DE MIER POR MÁS BALER, JESÚS MARÍA”.
Dice González Echegaray que “De esta casa solar de Mier en Allés, situada en el barrio de Trespalacios, tomaron este último apellido algunos miembros de la casa de Mier”. Don Domingo de Trespalacios y Mier, canónigo de Córdoba, reedificó la torre y la vinculó a su sobrino Pedro de Trespalacios en 1646. Los miembros de este solar siempre usaron las armas de Mier, utilizando indistintamente tanto el apellido Trespalacios como Mier. Los esmaltes para estas armas son, según Sarandeses, en campo de oro cruz de gules; campo de plata y panelas de gules; campo de azur y espada de plata con guarnición de oro, estrellas de plata y tres troncos naturales.
En el barrio de la Iglesia (antiguo Pedroso), también en Allés, existe otra casa blasonada, donde se repite el escudo habitual.
“Los señores de Mieres de la casa de Pedroso fueron nietos de la casa de Noriega, Marqueses de Hermosilla”, y de esta casa proceden algunas ramas que pasaron a Oviedo.
A esta casa perteneció don García de Mier, maestre de campo del duque de Saboya, servidor de Felipe II en 1556, del consejo de guerra de S.M., muerto en Milán en 1602. De esta misma casa fue don José de Mier y Noriega, oidor y alcalde de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid, de quien se dice que habiendo visto en una ocasión escrita la frase “Los autos que Mier da”, manifestó con ingenio “que entre la Mier y la da, se ha de poner siempre coma”.
En la propia población de Mier, en Peñamellera, encontramos varios escudos, nuevamente con la cruz, las panelas y la espada.
Dice González Echegaray que este pueblo es el “que dio origen al apellido Mier, que puede ser toponímico por dos causas: por provenir de este lugar, y porque antiguamente se llamaban mier o mieres a lo que hoy llamamos mies o mieses, esto puede dar lugar a otras ramas de este apellido que no tengan nada que ver con Peñamellera”, refiriéndose a las ramas de Trasmiera.
Nuevamente en la zona de Cabezón de la Sal, próxima a Cabuérniga, en un arcón de madera conservado, al menos hasta no hace demasiado, en la magnífica casona de Hoyos, de Mazcuerras, se haya un escudo cuartelado representando las armas de Terán y de Mier: 1º tres bandas y en los polos dos luceros en cada uno [que es Terán]; 2º espada con el puño al jefe acostada de ocho luceros; 3º cinco panelas en sotuer; 4º tres palmas nacientes en la punta; bordura general cargada con el lema “ADELANTE LOS DE MIER POR MÁS VALER”.
Como curiosidad, en este pueblo de Mazcuerras, con terrible fama en la provincia de tener los habitantes con menos luces de toda Cantabria, vi a la única persona con apellido Mier que he conocido en mi vida. Pese a que vivía en Mazcuerras, no recuerdo si había nacido allí o en alguna población próxima. La conocí por el año 1996 en la casa que fuera de la escritora Concha Espina, donde era sirvienta pese a su avanzada edad y preparaba unas deliciosas croquetas de huevo duro como no he vuelto a probar nunca.
En el pueblo de Carmona, en Cabuérniga, en el conocido palacio, encontramos un escudo cuartelado, cuyo 4º cuartel tiene las armas de Mier con las llaves; los otros cuarteles corresponden a Díez, Cossío y Calderón. Partido: 1º En jefe corona, dos llaves en aspa y en punta castillo, y 2º Siete panelas. Bordura con la inscripción “ADELANTE LOS DE MIER POR MÁS VALER”.
De esta casa fue don Francisco Díaz de Cossío, quien junto con su hermano, recibieron expediente de hidalguía en 1681, en que se dice que eran hijos de don Sebastián Díaz Cossío y Mier. En el catastro de Ensenada, figura viviendo en este palacio en 1752 don Bernabé Díaz de Cossío, casado con doña Francisca Díaz de Cossío y Mier.
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De estos brevísimos apuntes parecen salir las siguientes conclusiones:
- Parece lo más probable que los Mier tomaran su apellido de la población de Mier, situada en el valle de Peñamellera, en las Asturias de Santillana, que desde 1833 pasó a integrar la actual provincia de Asturias. El linaje de Mier es un linaje cántabro, que como a otros linajes de esta región también se los ha llamado en otras épocas “montañés” o “de las montañas de burgos”.
- Parecería que hubieran existido tres solares de Mier, el de Peñamellera, el de Cabuérniga, de la casa de Terán, y el de Trasmiera. Los de Peñamellera y Cabuérniga es muy posible que pudieran estar vinculados y el de Cabuérniga proceder del de Peñamellera, como manifiesta Escagedo Salmón.
- Al linaje de Cabuérniga, de la casa de Terán, podrían corresponder, inicialmente, las armas de las llaves, como las pinta Argote de Molina y como las hemos visto en Carmona. En cualquier caso, la casa de Terán no pinta habitualmente estas llaves, sino las tres contrabandas y en los cantones libres dos luceros y así se reproducen habitualmente en toda la provincia, como armas de Terán y no de Mier, aunque a veces vengan representadas juntas.
Las armas de Mier, con las panelas, la espada y los tres troncos, muchas veces van unidas a las tres contrabandas de Terán y con el águila de Enríquez (recordemos que don Juan de Mier y Terán, primer señor de la casa de Terán, casó con doña Juana Enríquez de Cisneros, señora también de varios estados). - Existe también el apellido Mier en la región cántabra de Trasmiera, muy abundante especialmente en la población de Miera, sin embargo no parecería existir relación directa entre éstos y el linaje de Cabuérniga. Los escudos del linaje Miera que hemos visto en Trasmiera, difieren del de las llaves que Atienza y Cadenas dan para este linaje, aunque también aparecen en él unas llaves. Suelen traer un castillo en el que se apoya una escala, y sobre ella sale un brazo empuñando dos llaves.
- En los Mier de Peñamellera, se ha preferido siempre pintar las armas de Mier a las de otro apellido, como vemos con los Trespalacios y Colosía. Tal vez porque estos otros linajes procedan del de Mier o porque pudieran proceder de él todos los linajes nobles y principales de Peñamellera.
- Las cinco panelas “en campo de sangre” procederían, según Borja del Rivero Sierra, del linaje Guevara, con su origen en la tradición del conde don Vela; si bien manifiesta que pueden proceder por descendencia, como indica la mencionada tradición, o en el caso de no dar credibilidad a la legendaria historia de don Vela, simplemente por apropiación.
- Los Mier que pasan al Río de la Plata, pertenecen indudablemente al linaje de Peñamellera y traen sus armas.
- Podemos decir, que si bien no en todos los casos, en ocasiones se han utilizado los apellidos Mier y Mieres indistintamente en individuos del linaje de la casa de Terán, de Cabuérniga. Del mismo modo pienso que Miera es un linaje diferente.
Bibliografía:
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ATIENZA, Julio de.
“Nobiliario español”. Madrid: Aguilar, 1959.
CADENAS Y VICENT, Vicente de.
“Repertorio de blasones de la comunidad hispánica”. Madrid: Hidalguía, 1987.
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“Nobiliario del antiguo virreynato del Río de la Plata”. Buenos Aires: La Facultad, 1939.
DÍAZ DE MOLINA, Alfredo.
“¿Díaz de la Borbolla o Díaz de Mier?”. Boletín del Centro de Estudios Genealógicos de Córdoba nº 10. Córdoba, 1976.
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo.
“El solar vasco navarro”. San Sebastián, 1967.
GONZÁLEZ ECHEGARAY, Carmen.
“Escudos de Cantabria”. Santander, 1981.
RIVERO SIERRA, Francisco de Borja del.
“Panelas en las Asturias de Santillana: vestigios de la heráldica de Guevara y Mendoza”. Revista Hidalguía nº 351. Madrid, 2012.
TRESPALACIOS Y MIER, Juan Antonio de.
“La Nobleza del valle de Peñamellera”. Gijón, 1981.