Viajes y recuerdos
A las orillas del Guadarrama
“El viejo río fluía a la caída del día en todo su cauce, después de siglos de servicios prestados a la raza que poblaba sus márgenes, en la tranquila dignidad de un curso de agua que lleva a los confines de la Tierra”
Joseph Conrad. “El Corazón de las tinieblas”.
Quienes saben de esto afirman que los pueblos siempre se han asentado a lo largo de las márgenes de los ríos, como si sus aguas ejercieran alguna extraña atracción sobre las gentes que pueblan sus orillas.
Por un momento me paré a pensar en que probablemente todos tenemos nuestros ríos, aquellos cuyas aguas ─la mayoría de las veces aún sin notarlo─ ejercen algún tipo de atracción sobre nosotros, o tal vez nos sume en recuerdos de otras épocas.
En mi caso particular el arroyo Vitel trae recuerdos de mi infancia del mismo modo que el río Guadarrama los trae de mi juventud.