Génesis y Genealogía
“Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, diciéndoles: Procread y multiplicaos y llenad la tierra.”
Génesis 9,1.
“Noé, agricultor, comenzó a plantar una viña.
Bebió de su vino, y se embriagó, y se desnudó en medio de su tienda.”
Génesis 9,20-21.
El sol brilla en el cielo pero no llega a calentar como suele tener costumbre de hacerlo. El viento baja hoy muy frío desde el Abantos recordándonos que aún es enero y queda mucho invierno por delante.
Caliente en casa, desde la comodidad de mi sillón miraba por la ventana mecerse la copa de los árboles, arrulladas por el viento, mientras disfrutaba de una copa de vino. Los aromas que se desprendían de la copa y sus sabores —a la vez tánicos, minerales, afrutados y amaderados— me llevaron a recordar al ancestro Noé, aquel que después del Diluvio se convirtió en genearca de la humanidad y que —según narra el Génesis— es el abuelo universal de todos nosotros.
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